Los nueve meses del embarazo suponen para la mujer una
fuente de satisfacciones a nivel personal, pero la otra cara de la moneda son
los numerosos miedos a los que se enfrenta una embarazada.
Este es un aspecto del embarazo que toca a todas las futuras
mamás, pero hay un sector en particular que lo sufre, quizás, con más
acentuación... sí, las madres primerizas.
Y es que no solo están aterrorizadas por los
cambios, los proyectos a largo plazo, o el parto, sino que además desarrollan temores
ante posibles enfermedades o complicaciones.
Todo esto es una fuente generadora
de ansiedad que en muchos casos provoca fuertes crisis en la mujer,estas deben
ser tratadas por especialistas que en algunas situaciones determinan la
necesidad de apoyo farmacológico,pero estos casos son excepcionales.