La OMS (Organización Mundial de la Salud) considera que "los
métodos no invasivos y no farmacológicos de alivio del dolor durante la
dilatación son prácticas útiles que deben ser promovidas; entre ellas está la
inmersión en el agua".
Para muchas mujeres el parto en el agua es un proceso
desconocido y poco tradicional que asusta por lo novedoso. Sin embargo, en unas
condiciones idóneas tanto de la madre como del bebe, cuando el periodo de
gestación se ha llevado con absoluta normalidad, es una opción que comienza a extenderse en hospitales y
clínicas privadas del territorio español.
Es una alternativa novedosa y recomendable (a pesar de que el parto en el agua sea un
método antiquísimo) siempre y cuando la paciente y su niño estén en unas
condiciones óptimas. Hay situaciones muy precisas en las que el parto en bañera
será inviable como: fiebre o un proceso infeccioso en la madre, líquido
amniótico teñido, alteraciones fetales, etcétera.
La mayoría de las matronas recomiendan un parto en agua
caliente, que no solo produce una sensación de relajación sino que además
acelera el proceso de dilatación acortando el tiempo de espera hasta el
alumbramiento.
Además hay estudios que confirman que el parto en el agua reduce el número de episiotomías
Un analgésico natural para paliar las molestias de las
contracciones que en un futuro no muy lejano será una alternativa al parto
tradicional en todos los centros hospitalarios.
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