La mayoría de las embarazadas creen que en el preciso
momento en el que sienten las primeras contracciones ya ha llegado el momento
del parto. Pero no, probablemente aún le queden horas hasta que se pueda
proceder al ingreso hospitalario. Si bien para los médicos y las matronas, el
momento exacto del parto se inicia cuando la cabecita del bebé está coronando
para nosotras deberán darse una serie de momentos específicos (siempre enmarcado
dentro de un parto normal)
Para empezar, el primer síntoma de que estamos de parto es
el rotura de la bolsa de las aguas. Pero se debe mantener la calma y observar
el color del líquido. Si éste es de un tono claro, la madre aún tiene tiempo
para ducharse y coger las cosas. Si por el contrario está teñido (verde,
amarillento, etc.) deberá saltarse la ducha y acudir directamente al hospital.
Otro de los síntomas que deben hacernos salir pitando al
centro hospitalario es el sangrado.
Cuando observamos que hemos manchado la ropa interior y que
tenemos una hemorragia similar a la del periodo, hay que acudir directamente al
hospital. Sin preámbulos, puede no ser nada, pero es mejor curarse en salud.
Y por último, las contracciones.
En este aspecto hay que tener en cuenta el tipo de madre que seas. En el caso
de las primerizas cuando estas se den cada tres o cuatro minutos deberán poner
rumbo al hospital, sin embargo, las embarazadas que hayan tenido más partos con
anterioridad, tardan menos en dilatar y por ello deberán pensar en coger la canastilla
y sus útiles de aseo con unas contracciones que oscilen entre los cuatro y ocho
minutos, y es que el bebé tardará menos en salir que en embarazos anteriores,
esta regla se aplica a todos los embarazos, cuantos más partos hayas tenido,
antes deberás acudir al hospital.
Una vez allí, tan solo tendrás que ponerte en manos de los
facultativos y las enfermeras y hacer el último esfuerzo para dar a luz y tener
entre tus brazos al niño que tanto esperas. Para ver el vídeo pincha aquí
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